miércoles, 21 de mayo de 2014

Referencias proyectuales


Viviendas en la calle Velázquez (Alejandro de la Sota)
La dieferencia de niveles entre cuerpos se resuelve por medio de las medias alturas, generando interesantes relaciones espaciales entre las diferentes zonas, alterando la jerarquía de unas sobre otras.



Senior Citizen Community Center (F451 Arquitectura)
 En este proyecto se aprecia nuevamente la utilidad de las medias plantas, permitiendo relaciones en diferente grado de jerarquía entre los diferentes niveles, e incluso de los mismos en relación al terreno.




Fundación Gulbenkian (Ruy Jervis d’Athouguia, Pedro Cid y Alberto Pessoa)
 La vegetación y la naturaleza está contínuamente presente desde el interior del edificio, ya sea en las bandejas de jardineras en las líneas de ventanales, ya sea con la superposición de niveles de jardín exterior.
El contacto con la topografía y la manipulación de ésta, unido al las perforaciones que se conforman como patios interiores, permiten que los diferentes niveles perciban siempre el exterior ajardinado.










 Biblioteca en Can Ginestar (Josep Llinás)
 Se elige esta referencia por el interés del cambio de perspectiva en la comunicación visual de espacios interiores y exteriores, en un entorno con una topografía de desnivel.
El cambio de nivel del terreno exterior (o de los niveles interiores) permite percibir el entorno de formas completamente diferentes; ya sea a nivel, desde un nivel superior, o desde una cota inferior, a la altura de la vista.



 Casa A (Ryue Nishizawa)
 Se difuminan los límites entre interior y exterior con una pregnancia los unos de los otros en una situación intermedia de intercambio perceptivo.
Al interior, la combinación de usos en una misma estancia pueden reflejar también la necesidad de poner en cuestión los apriorismos aprehendidos.






 
 Casa Fin de Semana (Ryue Nishizawa)
 La zonificación impuesta por la disposición de los patios implica una gran fluidez de los espacios, quedando sin embargo delimitados por los límites de éstos y la retícula marcada por la estructura.
La multiplicación de los pilares de madera permite la atomización de la estructura, a la vez que contribuye a la idea de la penetración de la naturaleza en el interior del espacio asemejándose a los troncos de los árboles del entorno.
La apertura de tabiques al exterior permite la comunicación del patio con el espacio abierto del contexto.










 Conjunto Residencial Villa Frei  (Jaime Larraín + Osvaldo Larraín + Diego Balmaceda)
 Los vacíos entre los bloques, dan cuenta de la importancia del concepto “interioridad” que existió desde un principio en el diseño del conjunto. Entregando protección y espacios íntimos, estos patios, que constituyen un sistema orgánico de espacio público, se envuelven con cerramientos y aperturas, diferenciándose del exterior completamente público.




 Parador Alcalá de Henares (No.Mad - Eduardo Arroyo)
 La disposición de los diferentes usos se realiza alrededor de los grandes patios que organizan la distribución de estancias y los recorridos interiores, ya sea por contacto de las bandas que los delimitan, como por proyección de las líneas de perímetro.
La centralidad de estos espacios abiertos se ve potenciada por los recorridos interiores siguiendo el límite con los patios; pero en ocasiones el patio penetra en el edificio, generando una extensión interior del mismo, como en la zona de la pista deportiva.









 Residencia de ancianos en Chur (Peter Zumthor)
 La vibración de los paramentos de las habitaciones y de los muros exteriores en relación al pasillo de acceso, generan una riqueza de espacios inesperada para un lugar de tránsito, provocando que se convierta en un agradable espacio estancial y rompiendo la linealidad del corredor por medio de los ejes transversales generados.






 Residencia de Ancianos en Yasutshiro (Toyo Iito)
 Se aprecia una distribución de espacios manteniendo la circulación en paralelo al desarrollo de los patios que conforman el acceso.
El juego de niveles volados sobre espacios libres de planta baja permite la creación de umbráculos de transición entre exterior e interior.
Se observa también la jerarquización de espacios por medio de diferentes cotas del pavimento, sectorizando de forma efectiva el espacio con una mínima deiferencia de nivel.





miércoles, 12 de marzo de 2014

Hogeweyk





Esta villa holandesa está diseñada al completo para gente con demencia

Esta villa holandesa está diseñada al completo para gente con demencia




Han pasado siglos desde que Shakespeare describió los síntomas del anciano Rey Lear en una de sus tragedias teatrales más conocidas. Sin embargo, la vida para las personas con Alzheimer u otros tipos de demencia senil, y sus familiares sigue siendo difícil. En Holanda están probando una solución bastante radical: comunidades diseñadas específicamente para que personas con problemas de deterioro cognitivo puedan vivir con normalidad, y en un entorno seguro.
La población mundial está envejeciendo rápidamente en los países desarrollados. Según datos de la Asociación contra el Alzheimer, una de cada tres personas mayores manifiesta hoy algún tipo de demencia antes de morir. Lo peor de estas enfermedades es que el proceso de encontrar los cuidados adecuados para la persona enferma es complicado y penoso, tanto para el paciente como para sus familiares. Además, cuidar a personas mayores es una tarea realmente compleja, y las personas que la ejercen no siempre están bien pagadas o tienen exceso de trabajo.
El panorama va a peor. Los casos de Alzheimer, que es una de las principales causas de demencia, se han incrementado un 68% desde el año 2000. Se calcula que el coste de atender a esas personas se disparará de los 203.000 millones de 2013 a más de un billón (europeo) para 2050.
Holanda ha puesto en marcha una idea para hacer frente a ese complicado futuro, se llama Hogeweyk (literalmente, Villa demencia en Holandés) y es una comunidad independiente dentro de la pequeña ciudad de Weesp.

Esta villa holandesa está diseñada al completo para gente con demencia

Hogeweyk es un conjunto de edificios aislado del resto de la ciudad mediante vallas. En este sentido no se diferencia de una residencia de ancianos tradicional. La diferencia es que, el interior de este vasto complejo es como una pequeña ciudad. Tiene sus propias cafeterías, tiendas, restaurantes, jardines o bulevares comerciales.
Los creadores de Hogeweyk explican que la idea es crear un lugar donde la experiencia de vivir sea lo más parecida a una vida normal, pero en un entorno controlado y seguro para los pacientes.

Esta villa holandesa está diseñada al completo para gente con demencia


Esta villa holandesa está diseñada al completo para gente con demencia 

Uno de los síntomas más habituales de las diferentes enfermedades que provocan demencia senil es la necesidad de deambular. Unido a los problemas de memoria, en una ciudad normal, los pacientes se pierden, poniéndose en peligro, y generando estrés a sus familiares hasta que son localizados. En el interior de esta villa pueden moverse a su antojo.
Cada apartamento de Hogeweyk alberga de seis a ocho personas con sus cuidadores. La relación entre los pacientes y el personal es única. Los cuidadores no visten ningún tipo de uniforme, sino ropa de calle normal. Los pacientes conviven con ellos y participan en todas las tareas, desde cocinar a limpiar. Pueden comprar lo que quieran en el supermercado, ir a la peluquería, o a un restaurante. La calidad de vida, en este sentido, es mucho mayor que en una residencia estándar.

Esta villa holandesa está diseñada al completo para gente con demencia

La decoración de los centros estándar y el encontrarse en un entorno extraño es otro factor que a menudo encuentran incómodo los enfermos de demencia. En Hogeweyk existen seis tipos de decoración en los apartamentos para adaptarse lo más posible al estilo de vida que tenía el paciente antes de enfermar.

Esta villa holandesa está diseñada al completo para gente con demencia 

Hogeweyk es obra de los arquitectos holandeses Molenaar&Bol&VanDillen, pero el concepto original pertenece a Yvonne van Amerongen, una cuidadora con décadas de experiencia acompañando a pacientes con problemas cognitivos. A principios de los 90, Amerongen y otros cuidadores comenzaron a idear un hogar donde los enfermos pudieran vivir de la forma más cercana posible a como eran sus vidas anteriores.
Hogeweyk abrió sus puertas en 2009. Desde entonces, otras compañías se han interesado por este modelo de cuidado. En Suiza, por ejemplo, ha abierto una comunidad que imita el modo de vida de los años 50, la época dorada para las personas mayores que la habitan.
La experiencia de Hogeweyk pone de manifiesto que las personas con diferentes tipos de demencia no tienen por qué vivir de una forma diferente al resto. Tan solo tienen necesidades especiales. En la web de Hogeweyk, una frase del libro de Italo Calvino Las ciudades invisibles, resume muy bien el objetivo de la comunidad: Ya han experimentado una noche como esta, y fueron felices en ella.


Gizmodo. 20/02/2014

Yonqui-yayos

Rompiendo las barreras de la percepción a los 80


¿Qué le pasa a la gente con la marihuana? Que alguien me explique por qué le ha dado a todo quisqui por comérsela. Porque lo de siempre, lo católico-apostólico, ha sido fumársela. Quizá inducidos por la locura de Adrià, Chicote, MasterChef Junior o vaya usted a saber quién, hemos decidido que lo guay es combinar cegatones y gastronomía. Así, a lo loco.
Hace tres semanas, 11 universitarios de Madrid se tomaron un pastel con cannabis. No respetaron una norma básica de la repostería —la exactitud en las cantidades— y acabaron todos en el hospital. Uno de ellos, en coma. Aunque, por suerte, la cosa no fue a mayores y no asistimos a una versión fúnebre de Deja sitio para el postre, convendría recordar a nuestra muchachada que la maría no es precisamente el perejil de Arguiñano.
Esta noticia no debió de llegar a Artà, pueblo mallorquín de unos 7.500 habitantes en el que algunos jubilados no juegan a la petanca, ni miran las obras, ni ven Qué tiempo tan feliz, sino que se dedican a hacer cosas impropias de su edad como endrogarse. Según contaba el Diario de Mallorca en una maravillosa crónica merecedora de un Pulitzer, un anciano decidió animar una de las merendolas de jubiletas habituales en un bar del pueblo preparando una especie de happy pizza a la mallorquina. Picó unos cogollitos sobre la coca como quien pone romero y se la sirvió al resto de sus amigos, que al poco de ingerirla empezaron a sufrir —o a gozar, depende de cómo se mire— los efectos.
Uno se fue al campo y pasó la mañana viendo cómo las nubes se le echaban encima; otro intentó subir las escaleras de su casa y se le empezaron a aparecer cuadros, y a otro se lo encontraron en una escena muy quijotesca, abrazado a una higuera diciendo que estaba rodeado por un inexistente rebaño de ovejas. Tres más acabaron siendo atendidos en el centro de salud de la localidad.
Por lo visto, algunos eran perfectamente conscientes de lo que hacían cuando comieron la coca, y no era la primera vez que se abrían las puertas de la percepción con este mismo procedimiento. Lo que no entiendo muy bien es que la Guardia Civil haya decidido imputar a los dos máximos responsables de la maricoca: el anciano de 78 años que la preparó y el colega de 67 que le pasó la mandanga. Sin que ninguno de los afectados haya presentado denuncia, solo por “atentado a la salud pública”. De acuerdo, fueron unos imprudentes, ¿pero es de recibo perseguir con tanta saña a unos abueletes que solo intentaban acceder a otra realidad?

El País. 08/03/2014
http://elpais.com/elpais/2014/03/07/gente/1394208610_922454.html